Alberto Fernández ya diagrama su equipo presidencial y uno de los nombres clave de su hipotético gobierno será el de la abogada Marcela Losardo, su mano derecha en temas judiciales y quien ya se encarga de la sensible relación con los jueces federales.

Losardo es una vieja amiga de Alberto, a quien conoció cuando ambos estudiaban abogacía en la UBA. Desde allí nunca se despegaron. La abogada ingresó a la función pública de la mano del ahora candidato presidencial y lo acompañó durante toda su trayectoria, hasta que Cristina Kirchner lo eyectó de la jefatura de gabinete. Poco después ordenó que hagan lo propio con su amiga.

Fernández contó con los servicios de Losardo cuando fue superintendente de Seguros durante el primer menemismo, y también cuando se pasó al duhaldismo y fue vice del Grupo Bapro. También la contrató como asesora cuando fue legislador porteño. En 2003, cuando Alberto asumió la jefatura de gabinete, la ubicó como su jefe de asesores hasta 2005 cuando la designó secretaria de Justicia, la número dos del Ministerio. En 2009 terminó su paso por la función pública en medio de una caza de "albertistas" ordenada por Cristina y Néstor.

Ahora, Losardo ya maneja todos los temas judiciales de Alberto y se la menciona como una eventual ministra de Justicia (un cargo para el que también suena León Arslanián) o bien secretaria de Legal y Técnica, un lugar para que el que los presidentes suelen designar a alguien de su extrema confianza para controlarle la firma. Es por eso que algunos ya la llaman "la Zannini de Alberto". 

Arslanián suena como ministro de Justicia y Arias Duval como procurador

Más allá de cuál sea su cargo en el futuro, Losardo ya tiene la tarea de llevar adelante el lobby judicial y encaminar la relación con los jueces federales. Según supo LPO, la abogada estuvo a cargo de las gestiones para aquietar las aguas con Julián Ercolini, a quien Fernández destrozó en los medios por sus investigaciones contra Cristina y Cristóbal López.

La titular del estudio Losardo & Asociados tiene fluidos lazos con el mundo judicial, adquiridos en su paso por la Secretaría de Justicia y también como representante del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura. Recientemente se la vio en el acto de asunción del juez federal Sergio Torres en la Corte bonaerense.

Durante su gestión en el kirchnerismo Losardo era una pieza importante por la buena relación que mantenía con los integrantes de la Corte Suprema, la mayoría designados durante la gestión de Néstor Kirchner. En las crónicas de la época era la señalada como quien le presentó a Elena Highton de Nolasco a Alberto.

La relación de Fernández y Losardo excede la amistad y la función pública. Ambos son socios en la firma Inmuebles Callao, que compró el inmueble donde el ex jefe de gabinete tiene su estudio. La sociedad no registra actividad alguna y según Fernández le dijo a La Nación fue constituida "sólo para proteger al inmueble ante algún eventual problema".

Un dato de color sobre Losardo es el lazo que la une a Mauricio Macri. La abogada es esposa del escribano Fernando Mitjans, el hombre al que Macri ubicó en la década del 90, cuando era presidente de Boca, como el Tribunal de Disciplina de la AFA. 

Mitjans sobrevivió al fin de la era Grondona (de quien fue un estrecho aliado) en la AFA y mantiene ese codiciado cargo, que lo llevó incluso a disfrutar de un asiento en la FIFA como vicepresidente del comité de apelaciones. Tiempo atrás quedó en el ojo de la tormenta cuando salieron a la luz conversaciones telefónicas en las que Daniel Angelici le pedía que no fuera muy severo con jugadores de Boca sancionados. Angelici es, se sabe, uno de los principales operadores judiciales del macrismo, rol que en el albertismo ocupará Losardo.